La esperanza es el icono de ilusiones a punto de aniquilarse con la confrontación de realidad, si si esperanza en el sentido de la eterna espera de que bajo efectos algo dramáticos la verdad sin disfraz ni crueldad nos de alguna respuesta, y por realidad hablamos de esa extraña combinación entre que lo real es aquello que no sucedió.
Volver a empezar es la fatiga constante de retener el pasado que nos resulte tan agotador como un presente, pero invertir en lo que conocimos, en esas palabras, en esas miradas, en esa eterna búsqueda de momentos mágicos que nos señalan luminosamente quizás sea posible, y se nos corto la luz y nos fuimos por la ventana, y ahí decimos lo que no fue no tuvo posibilidad de ser. Porque volver a empezar nunca es para nosotros lo nuevo, los que llevamos la bandera de cobardes no es borrón y cuenta nueva, es borronear sobre la mismo, volver a escribir lo mismo y rectificar una y otra vez…
Nosotros los cobardes , hablamos de amor, construimos discursos de necesidades, de deseos, de posibilidades, armamos sistemas de hipótesis, decimos que hoy cambiaremos, pero nosotros nos caracterizamos por hacer siempre lo parecidito, sin tanta sorpresa , si nos quisieron alocados entonces alocados hay que seguir siendo, si nos quisieron huidizos entonces dale que va con la maratón , si nos amaron por nuestras rarezas la convencionalidad nos asusta, lo importante para nosotros los cobardes es hablar mucho y actuar como los demás mínimamente lo esperan, bien parecido… si no como hablaríamos de la eterna repetición.
Nosotros los cobardes nos sacrificamos mucho, es desgastante hacer caso omiso a los cambios, es fatigante estar pendiente de lo que sentimos para no expresarlo, es agotador mantener las esperanzas, el miedo, los discursos, el trabajo intelectual afectivo que significa acomodar cada situación a esa cómoda familiaridad que no nos satisface.
Es justo rendir homenaje a la cobardía porque conlleva mucho sacrificio, llevamos por rostro la soledad, por bandera la libertad y por zapatos la infelicidad.
es tan preciso que no se puede decir mucho más que sublime
ResponderEliminar