Querido miedo, he pautado una despedida , si bien has estado en todas esos momentos importantes de mi vida, quiero que sepas que las has absorbido de tal manera que ya no puedo mas, has restringido todas mis libertades, valoro que me hayas acompañado en los mementos difíciles y me hayas salvado de muchas crisis y heridas, pero querido miedo me has destruido, has hecho que pierda toda posibilidad de foco, has estado amarrándome a la cama y hasta contenido todas mis lagrimas, ya no veo de que manera eso ha sido sano porque lo absorbiste todo con tu asfixia.
Querido miedo una vez mas te repito que quiero vivir a mi manera, quiero intentarlo y si persistes en tu presencia en mi vida, te recuerdo que ya soy grande , ya se distinguir entre el peligro inminente y los riesgos , ya no te necesito y si aun persistes entonces te lo suplico, ándate , pega portazo, ándate porque cuando estas me siento una niña acorralada en ese rincón de mugre, por favor ándate , has absorbido casi todas mis fuerzas y con las pocas que quedan te digo estas palabras. Extrañare el confort en el que me ponías, extrañare la seguridad que me dabas, y sobre todo extrañare el convencimiento de salir ilesa de todo aquello a lo que emocionalmente me exponía, lo que no extrañare son esas palpitaciones, ver mi cuerpo templar y mojar mis manos, la contracturas de control extremo, la angustia desenfocada y generalizada, los restos de los derrumbes. Entonces esto parece ser una despedida, te repito ya crecí y aprendí entre el peligro inmanente y los riesgos, te lo juro que aprendí…
No hay comentarios:
Publicar un comentario